photo credit: Christiaan Triebert Teddy Bear Hospital via photopin (license) |
Después de cinco años, sufriendo los síntomas de una alergia, este año le hicieron las pruebas a Grulito tanto cutáneas ( prick test) como en la sangre ( in vitro) , y le detectaron una alergia clase 4 a los ácaros del polvo. Eso quiere decir que tiene un nivel elevado a los anticuerpos espécificos, vamos... una alergia bastante brutal, que a mi hijo le estaba quitando calidad de vida.
Esto había que solucionarlo, pero antes de contaros el final , voy a empezar por el principio, desde que Grulito tenía un mes y así poneros en antecedentes, por si puede ayudar a otros papás y mamás.
SUS PRIMERAS BRONQUIOLITIS
Cuando grulito tenía 1 mes y poco, recuerdo que empezó a toser muy de continuo, yo que soy un poco hipocondriaca y encima primeriza, allá que me lo llevé a una pediatra que había en mi pueblo, ya que encima me pilló sola y con el carnet de conducir caducado por lo que no podía coger el coche, y sin transporte público para llevarlo a la suya, que está en la capi, como tampoco pensaba que fuese para tanto pues lo llevé para que lo viesen.
Nada más quitarle su ropita me dijo, tiene tiraje, llévatelo a urgencias. Aún recuerdo ese día como si fuese ayer. Llamé a mi marido corriendo para que viniese a por nosotros y en media hora estábamos en el hospital, al ser un bebé tan pequeño lo cogieron sin esperas y nos confirmaron que tenía bronquiolitis, le hicieron un análisis de los mocos para ver si era vírica (VRS) o no, pero salió negativa, así que mejor, nos mandaron un tratamiento y nos enviaron a casa.
Un tratamiento que no le sentó nada bien, recuerdo que fue el Terbasmin, pero el niño tenía como espasmos musculares, le temblaba las piernecitas y los brazos, llamé a su pediatra y nos volvimos otra vez a Valencia. Y ahí comenzó nuestra vida con el ventolín y las mascarillas.
Parece ser que el Terbasmín le ponía muy nervioso y le cambió el tratamiento al ventolín y tuvimos que ir durante dos semanas toooodos los días a la pediatra a que lo auscultara, el niño mejoró una barbaridad.
Pensé que el hecho de nacer en pleno invierno era el inconveniente principal ,que tuvo mucho que ver pero claro, porque los mocos eran sinónimo de bronquiloitis, pero claro con el paso del tiempo te das cuenta de otras cosas.
Vaya primer invierno que pasamos... aunque más bien... ¡ vaya primer año que pasamos! el verano nos dio una tregua pero llegó el otoño y estábamos igual o...¡ peor!
Recuerdo que una amiga me dijo, su hijo sufría lo mismo, que los niños que cogían sus primeras bronquiolotis cuando son bebés son propensos a ser asmáticos o padecer alergias y la verdad que en mi caso ha sido así, pero claro yo no soy médico y no puedo asegurarlo si es a ciencia cierta, hablo desde mi experiencia.
Su primer año de vida fue duro, para que mentir, cada vez que empezaba con mocos acabábamos en urgencias con mascarillas y corticoides. Pero bueno, todo pasa y ... ¡ menos mal!
Así que, este fue el primer síntoma del historial de mi hijo, que la pediatra nos comentó de por qué ella pensó que mi hijo padecía alergia.
Continuará...
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